"La planta sagrada", de Caroline Alethia

¿Alguna vez se ha preguntado qué exactamente piensan los yanquis sobre Latinoamérica? No necesita buscar más, lea la nueva novela La planta sagrada, escrita por una autora indiscutiblemente “gringa” Caroline Alethia. Alethia pasó 10 meses en Bolivia en 2007 y 2008, durante una período en el que dicho país se hallaba violentamente dividido en su apoyo al presidente Evo Morales y su política pública.

Sin timidez respecto a su posición en contra del régimen de Morales, la novela de Alethia ha sido descrita como “honesta” y como una “lectura vital” por Joel Hirst, colaborador del Huffington Post; mientras que otros se han referido a La planta sagrada como neo-conservativa y han hecho un llamamiento para su boicot. Hoy la novela está traducida al español y usted puede decidir por sí mismo.


“En realidad, la novela no es abrumadoramente política”, dice Alethia. “La planta sagrada toma lugar en Bolivia durante un período de malestar social, y yo lo describo tal y como lo presencié. Pero los temas más profundos de la historia se centran en temas más íntimos de maduración y de la sorpresivas y a veces poderosas conexiones entre eventos que a simple vista parecen no estar relacionados”.

La planta sagrada se inicia cuando un hippie de Oakland, California, elimina una jeringa de LSD a través de un inodoro previendo una redada policial, y luego sigue su improbable travesía de tres décadas hasta Los Yungas, Bolivia, el cordón umbilical entre los empinados Andes y la extensa Amazonía. La jeringa llega justo a tiempo para afectar la vida de dos norteamericanos que viajaron a La Paz por razones opuestas: Cheryl Lewis espera forjar un futuro, mientras que Martin Banzer busca reconciliarse con su pasado.

Mientras que La planta sagrada prevalece como una historia primordialmente sobre los norteamericanos y cómo estos perciben Bolivia, Alethia ofrece un relato creíble atisbando en la sociedad boliviana: los conflictos interraciales, las divisiones entre los pobres y ricos, y los pensamientos y observaciones de los ciudadanos comunes en una sociedad que Alethia retrata como al borde de una dictadura.

Ya sea que usted se sienta atraído por lo espiritual, lo mágico, lo político, o simplemente lo humano, lo más probable es que encuentre mucho que le agrade y mucho para su reflexión en La planta sagrada. | Acceder