
El segundo tema tiene mayor calado y más alcance. Es la denuncia de la inestimable colaboración que cierto «progresismo» ha prestado al desastre vasco, a veces con su cautelosa inhibición ante los crímenes terroristas y en muchos otros casos mostrando una simpatía comprensiva por el ejecutivo nacionalista que regatea, en cambio, al Gobierno estatal. Pero el mal no se limita a Euskalherria, porque también en otras regiones –a venticinco años de proclamada la Constitución- cualquier invocación al «pluralismo» aunque sea por motivos caciquiles es considerada progresista, mientras que recordar la unidad de España resulta fascismo de mal gusto. Este es el gran fraude ideológico, educativo y político de nuestra democracia: y el origen de la principal amenaza que pesa actualmente sobre ella.
Sobre el autor
Fernando Savater nació en San Sebastián en 1947. Actualmente es catedrático de filosofía en la Universidad Complutense de Madrid y uno de los pensadores más destacados de nuestro país. Entre su numerosa obra destacan "Ética para Amador" y "El contenido de la felicidad". | Acceder