El periódico "El Espectador de Bogotá" propuso a Héctor Abad Faciolince que realizara un reportaje sobre la selva colombiana para preparar la cumbre que se celebraría en Brasil a mediados del año 2012. "Como caído del cielo", el escritor conoció al antropólogo Martin von Hildebrand, quien lleva cuatro décadas estudiando las selvas tropicales de América. Pocas semanas después, el antropólogo le invitó a que le acompañara por "uno de los parajes más remotos y mejor conservados –casi intactos- de toda la Amazonia colombiana: las selvas del Vaupés, a lo largo del río Pirá Paraná".
En la crónica, un racionalista narra su viaje a unas selvas donde el teléfono móvil se convierte en un peso más en la mochila. "Todos mis esquemas mentales racionalistas sufrieron como nunca una confrontación radical con el mundo de la naturaleza. Lo que sigue es el recuento de ese viaje físico y de esa confrontación mental. Y, también, en cierto sentido del regreso, pues uno no vuelve a ser el mismo cuando vuelve al presente después de haber estado viviendo en el pasado, ni cuando vuelve a la ciudad después de haber experimentado la selva verdadera". |
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