"Asuntos pendientes", de Luis García

El inspector Donardo está a solo una semana de jubilarse de su trabajo de policía, una profesión en la que ha estado más tiempo ocupado en tareas burocráticas o de archivo que en verdaderas investigaciones. Cuando ya sus compañeros andan preparándole la fiesta de despedida, le encargan la resolución de un caso en apariencia sencillo y rutinario pero que, sin embargo, le proporcionará un ovillo del que, tirando, acabará por sacar a la luz varios enigmas que han quedado pendientes en el pasado y que, en gran medida, le afectan a sí mismo.

Escrita con un estilo seco y contundente, en el que se aprecia al fondo el gusto de las viejas y clásicas novelas negras, "Asuntos pendientes" es, tanto como una obra de trama policiaca, un texto que también encara viejas deudas con la literatura y la política. Una rememoración de aquellos tiempos en que las novelas tenían un significado para entender el mundo y, en especial las policiacas, pretendían desvelar el poso de corrupción, miserias y espurios intereses sobre el que se halla levantada nuestra refulgente sociedad. | Acceder