"El domador de golondrinas", de Santiago Martínez Concha
Esta es una historia inspirada por un ángel que sucede en nueve días. Es un libro donde las hadas existen y la realidad se entremezcla con la ficción en un mundo en donde al anochecer los sueños cobran vida y preparan a Aristóbulo, el protagonista, para enfrentar la dura realidad del día siguiente. Los símbolos del bien y el mal están siempre presentes siendo la figura de un ángel misterioso el del bien y un búho aquel que encarna el mal. Los protagonistas de la trama son Aristóbulo y Celeste quienes de comienzo a final buscan el amor. Muchos otros personajes van tejiendo con sus enseñanzas el camino a seguir. Aquí, la tinta se convierte en sangre, la sangre en tinta y los sueños forman la trama del laberinto, en donde la esperanza está siempre presente, como una lámpara que nunca se apaga, siendo la herramienta perfecta para trascender en la búsqueda del amor no encontrado, perdido, escondido, ciego, desdibujado, de ese amor verdadero que a veces se escapa como esa agua viva cuando queremos retenerla entre las manos. Al final, un secreto asombroso se revela dándole un giro inesperado de la historia. Tal como dije al comienzo, todo lo que aquí se narra se lo debo a un ángel, uno de ojos como zafiros refulgentes, en una fecha que no recuerdo, por allá en la mitad de mi vida. | Acceder
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Santiago Martínez Concha